¿Cómo cuidar mi sexualidad?
Cada final e inicio de año se caracteriza porque muchos hacemos un recuento de lo que logramos, de lo que quedó pendiente y de lo que queremos hacer el próximo año. Estos propósitos generalmente son en los ámbitos personales, familiares y profesionales, pero muy pocas veces se incluye el sexual.
La Real Academia Española define sexualidad como el “conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada sexo”. Siendo inherente durante toda nuestra vida, la sexualidad es un aspecto que debemos de cuidar y revisar, tengamos o no a una pareja. Por tratarse de algo natural en el ser humano, la sexualidad se ve reflejada en el resto de áreas de nuestra vida, ya sea para bien o para mal. Tomando en cuenta lo anterior, recomiendo los siguientes propósitos para cuidar de nuestra sexualidad este fin de año y como propósito para el 2012:
- Para que la sexualidad sea buena, tanto a solas como en compañía, lo primero a tomar en cuenta es ser responsable. Para cuidar nuestro cuerpo debemos saber su funcionamiento. Podemos saber cuáles son sus funciones básicas y prácticas, pero si no sabemos con más profundidad cómo funcionamos (tanto hombres como mujeres), nos será muy difícil conocernos. Esto además permite identificar cuándo exista un problema, el cual en algunas ocasiones puede requerir de atención médica. Al aprender cómo funcionamos física y sexualmente seremos capaces de ser responsables con nosotros mismos.
- Para cumplir el propósito anterior, es recomendable programar una visita anual con un médico especialista –ginecólogo en mujeres y urólogo en hombres. Esto cobra una relevancia especial cuando se es sexualmente activo, con el fin de contar con la información de parte de un profesional en cuanto a la prevención de embarazos y de las enfermedades de transmisión sexual.
- Una vez nos conozcamos físicamente, es el momento de sentirnos cómodos con nuestro cuerpo. Esto implica que nos guste nuestro estado físico y disfrutemos de nuestra sexualidad. El propósito en este caso es cuidar el atractivo del cuerpo a través de hábitos alimenticios saludables y una rutina regular de ejercicios. Sin embargo, lo principal es la actitud que tenemos hacia nuestro cuerpo, es decir, si nos gusta nuestro cuerpo, si lo aceptamos tal cual es y si somos capaces de disfrutarlo. Cuando logremos “reconciliarnos” con nuestro cuerpo, seremos capaces de disfrutarlo, ya sea en pareja o en solitario.
- Cuando vivimos en pareja, debemos hacernos el propósito de innovar constantemente con la sexualidad. Empecemos por comprender que el sexo no debe ser serio, debe ser algo que ambas partes disfruten al máximo. También resulta muy útil platicar sobre opiniones y gustos en el tema, planear juegos sexuales con frecuencia, darse caricias y demostrar lo que en verdad se siente.
Lo más importante para tener una sexualidad sana, hoy y siempre, es la actitud que tomemos frente al tema. De esta forma consideraremos la sexualidad como lo que es, algo natural e inherente para el ser humano, lo que a su vez nos permitirá cuidarla, tanto a solas como en pareja. ¡Manos a la obra entonces!
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